viernes, 15 de mayo de 2009


Vuelvo a mentirle al espejo, vuelvo a intentar convencerlo de que está todo bien, que aquí no ha pasado nada, que no se preocupe, que estas heridas desaparecerán
cuando cicatricen, que el
dolor se irá.
Intento mostrarle el color de las rosas, los grandes relieves del paisaje y las distintas formas de las nubes.
Pero algo no está bien, ésto no está bien.
No es sólo un espejo, y ya dejó de ser una mentira piadosa.
Porque el reflejo no sostendrá por siempre la imagen que yo quiero que se muestre, en algún momento caerá el velo y volveré a reflejarme yo,
tal cual soy,
y todo lo que me rodea,
que es parte de mí.
Me estoy engañando a mi misma y me estoy matando a mi,dulces cortes en la piel, sangre envolviendo mis sentidos,paranoia libertadora de cuerpos y almas.
Basta! ya basta! debo dejar de atentar contra mí,y realmente entender que lo que pasó ya es parte de la historia,pero quizás sus consecuencias buenas o malas, sólo Dios lo sabe, sean mi condena.
Porque las rosas no sólo tienen hermosos colores,
olvidé señalar sus espinas, que hieren mis manos.
Porque en la inmensidad del paisaje hay grandes
grietas,
donde en esos momentos de debilidad podés caer.
Porque detrás de las formas de las nubes
está ese rayo de calor que necesitas
y sólo ves nubes cubriendolo todo.
Pasará, como el tiempo pasa y no da tregua.
Pasará, y quizás algún día, pueda tomar revancha(:

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